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Amigo del alma amigo querido.

Esto no es un capitulo mas , esto es un recuerdo a un amigo a un hermano, a mi alma gemela , como te echo de menos amigo mio,hermano de mi entrañas, creo que todavia no me hago a la idea que me faltes, mierda cabronazo me dejaste en este mundo solo ¿porque?
A la memoria de Manuel Angel Lopez Bustos , que dejo un vacio en mi vida inmenso.

La familia

EL principio

Corria el año 1959 y el Mediterraneo acariciaba por primera vez la piel de este rollizo nene, la vida estaba llena de interrogantes,de aventuras , de vicisitudes.
Todo estaba por llegar, en esos momentos solo la inocencia reinaba en la mente de esa vida placida, exenta de problemas, mis recuerdos efimeros, igual que mariposas revoloteando entre la maleza de un bosque, apenas si regresan ahora. La vaga vision de mis abuelos y las estancias de mi casa reconfortan alguna que otra vez los momentos ingravidos que recoren mi mente justo en el instante en que la realidad se confunde con el sueño.
Pero la felicidad no es eterna,pronto muy pronto la vida se iba ha encargar de imprimir a fuego en mi consciencia el primer recuerdo amargo de mi vida, pero bueno ese es un capitulo que abordare mas adelante. Por ahora me quedare en la tierna e idilica infancia.

La primavera de los cuchillos largos.

En 1.963 la primavera llego como siempre, llena de luz, de olores, de sabores y de color. Todo parecia indicar que en la mente de aquel niño solo habia una gran impaciencia por descubrir las maravillas de la vida.Sin embargo.....la tarde era calida como cualquier tarde primaveral,en casa mi madre habia preparado una merienda con sus amigas, ya sabeis unos cafes, unas pastas, risas, anecdotas,en fin una maravillosa reunion de amigas avidas por pasar un rato agradable y distendido.
Al lado de mi casa vivia mi bisabuela Aurora con mi tia Dolores, que por cierto nunca se caso, aquella casa tenia para mi un interes desmesurado,siempre habia algo exquisito en algun rincon de la cocina o en las estanterias de la despensa,pero aquel dia la golosina estaba en el patio interior en forma de caña de azucar.
En una esquina del patio habia un enorme brazado de cañadul como se le dice aqui en Motril, lo malo es que estaban atadas por dos cuerdas de esparto y no habia manera de coger una para saborear el magico zumo que encerraba en su interior.Ni corto ni perezoso me di prisa en ir a la cocina a por un cuchillo que rompiera las cuerdas de mi dulce tesoro, me disponia a cortar la primera cuerda con la inesperiencia de un niño de cinco años,cuando de golpe y porrazo me vi con un cuchillo dentro de mi ojo derecho.
Todo empezo a dar vueltas a mi alrededor, no me dolia pero algo en mi interior me decia que la cosa era grave,corri hacia una pila donde caia un chorro de agua fresca y me apresure ha echarme agua sin parar .
Pero algo no iba bien, intentaba abrir los ojos y en mi lado derecho no habia nada, solo una sensacion extraña de ingravidez y mareo, la tarde luminosa y primaveral se convirtio en noche cerrada de invierno, mi corazon latia con tal intensidad que pense que estaba fuera de mi pecho,la vida me mostro un miedo que nunca antes habia sentido, la alegria incontrolada de aquel niño se transformo en angustia abrumadora. La vida habia empezado ha enseñarme su lado mas oscuro y cruel.
La muerte de mi abuela Tadea agravo aun mas aquella irreal historia.
El año siguiente de este triste acontecimiento fue muy penoso para mi, la perdida de la vision en el ojo derecho me produjo horribles jaquecas , continuos mareos y perdida del equilibrio y la perpestiva.
Pero la vida es sabia , poco a poco la falta de vision fue reemplazada por otros sentidos y la tristeza ,el dolor y el malestar desaparecieron para siempre.

Aquellos maravillosos años

Estos años hasta la adolescencia fueron maravillosos, exceptuando la muerte de mi abuelo Manolo, la mayor parte de esta epoca estuvo dedicada a vivir con intensidad. En aquellos tiempos ocurrieron cosas maravillosas , aprender a montar en bicicleta, lo que me permitio descubrir mi entorno bajo otra perpestiva, desarrollar nuevas amistades, y sobre todo la mudanza a un nuevo barrio que supuso un cambio drastico en mi manera de vivir.
Los veranos me iba con mi bisabuela al cortijo de La Gorgoracha, una finca de secano propiedad de la familia de mi madre y de una extension enorme,sembrada en su practica totalidad de almendros. Aquellos veranos no se me olvidaran jamas, los momentos que he pasado en aquella enorme extension de terreno en medio de la nada todavia no han sido superados por nada en este mundo, bueno miento, el nacimiento de mi hijo hizo sentirme el hombre mas feliz del universo, aunque para llegar a ese momento todavia faltan algunos capitulos.
Como iba diciendo,al terminar el colegio , mi abuela me llevaba con ella a la recogida de la almendra , aquel idilico lugar estaba lleno de aventuras dantescas para un niño de nueve o diez años. Aquellos olores del campo quedaron grabados en mis sentidos para siempre, la vivencia con mi bisabuela Aurora, fue increible, la llamabamos "Abuelita Vieja" creo que el nombre ya lo dice todo, y ella al igual que todas las mujeres de mi familia han sido piezas fundamentales para el clan, basado integramente en un fuerte matriarcado. Ellas han sido las que han mantenido viva a la familia durante muchos años.
Aquellos atardeceres en la puerta del cortijo,cuando las labores del campo terminaban estaban llenas de esencia y sensaciones , era entonces cuando fluian las historias , que vienen a ser como las peliculas de la tele que nos entretienen ahora, a esa hora solian llegar por alli los visitantes de turno los cuales nos hacian la tarde noche muy entretenida. Recuerdo que por la tarde siempre me iba con mi bisabuela ha coger higos y brevas, ¡que maravilloso sabor! este, junto con el sabor de los chumbos y las almendras fritas eran las golosinas que animaban mi paladar en aquellos increibles veranos en la Gorgoracha.
Tambien era el momento de ir al pozo a por agua, yo siempre me apuntaba aquella tarea, el pozo estaba junto a la rambla y a su alrededor siempre habia una inusual maleza verde,que le daba un aire misterioso,eso,y la posibilidad de asomarme a su interior y ver los reflejos en el agua, provocaban en mi una atraccion magica que hacia que visitara el lugar varias veces al dia, por cierto el agua estaba de escandalo, pura y fresca.Decian por aquellos lares que en los pozos vivian los duendes del agua , que guardaban celosamente la magia que rodeaba aquellos lugares.
Enigmas dentro de misterios que abundaban en aquella España rural.
Otro momento magico de aquellos veranos era ir a recoger azufaifas,unos frutos parecidos a la aceituna , encarnados por fuera y de color amarillo por dentro con un sabor dulce muy peculiar que segun decia mi abuela vieja eran muy buenos para el pecho, menuda enciclopedia rural era aquella viejecita pequeña y arrugada, alrededor de la cual nos moviamos toda una familia.

Abuela vieja he querido hacerte una cancion para cantartela despacito como se duerme a los niños y ya ves solo palabras sobre notas me han salido.